Quizá te has dado cuenta que a lo largo del año tu piel puede estar más seca o más grasa, por ejemplo en primavera-verano tu piel tiende a producir más grasa pero en otoño y sobre todo en invierno se reseca más. Esto se debe además que en el clima hay diversos factores que dañan nuestra piel, por ejemplo una de las fuentes a las que nos exponemos de forma diaria es el sol, la cual es una de las radiaciones que llegan a nuestra piel durante una exposición directa, así como la contaminación y otros factores como el tabaco, el estrés y la calidad del descanso.
Las temperaturas muy altas o muy bajas de los climas impactan de forma negativa en la piel,y a menudo estamos condicionados por los efectos de estas temperaturas, sin embargo existen algunas medidas que podemos tomar para reducir su impacto y mejorar el aspecto de ésta, com por ejemplo cambiar nuestra rutina de skincare.
Durante las temporadas de calor lo ideal es lavar tu piel al levantarte y antes de dormir para eliminar los restos de sudor y grasa y exfoliarla al menos una vez a la semana para eliminar toxinas, piel muerta y partículas contaminantes. Así conseguirás que tu piel elimine sustancias que pueden alterarla. Recuerda hidratarte siempre, ya que ayudarás a mantener los niveles óptimos de hidratación y aplicar al menos cada 3 hrs FPS.
Y para las épocas de frío utiliza cremas hidratantes ligeramente más nutritivas, ya que se reduce la producción de lípidos; de esa forma compensarás la sequedad y la deshidratación de la piel. Para lavar tu piel utiliza productos que mantengas el equilibrio de ésta y tampoco olvides la protección solar, ya que la radiación ultravioleta es constante durante todo el año o incluso en días nublados.
