Conocer qué tipo de piel es indispensable para poder elegir los tratamientos o productos ideales para nuestras necesidades, por ejemplo no puedes aplicar en piel grasa productos para piel seca ya que puede ser contraproducente y estimular la sobreproducción de sebo en ésta. También es indispensable adaptar nuestra rutina de acuerdo a las temporadas, ya que pueden intervenir factores a los que se enfrenta nuestra piel, como el clima, hábitos alimenticios o cambios hormonales.
Los tipos de piel más comunes son seca, mixta, grasa y sensible.
En el caso de la piel grasa para ayudar a que regule correctamente la producción de grasa se debe evitar el uso de productos con alcohol, para la piel seca se recomienda el uso constante de cremas hidratantes nutritivas, productos enriquecidos con aceites naturales y aún más el uso de protector solar, en el caso de la piel mixta lo ideal es combinar productos de diferentes tipos de piel como cremas hidratantes diariamente en las zonas más secas, así como exfoliantes y mascarillas 1 vez a la semana en la zona T y para la piel sensible evita productos perfumados o que contengan ingredientes muy potentes, trata de que tu rutina sea lo más simple posibles, es decir, que sólo contenga productos estrictamente necesarios y así evitarás reacciones alérgicas innecesarias.
